Un placer saludarlos una vez más, en esta oportunidad para expresarles con afecto mis mejores deseos para unas felices fiestas patrias en unión de vuestras dignas familias; agradeciéndoles como directivos de la promoción, si lo tienen a bien, sean portadores de estos mismos afectos y deseos para los demás compañeros y hermanos promocionales a quienes no pudieran llegarles este correo. Adjunto alocución de homenaje a la Patria.Un fuerte abrazo.
JUAN GERARDO ALVA SÁNCHEZ
Coronel PNP ® Juan G. Alva Sánchez
Hace 194 años,
aquella mañana del 28 de Julio de 1821, el grito libertario pronunciado en la
Plaza Mayor de Lima, sonó estruendoso, único, victorioso, emocionado, limpio y sincero, puro y sagrado, y no
podía ser de otra manera, casi como brotando del mismo cielo, cual palabras del
Divino Creador, encarnado en la persona del Generalísimo don José de San Martín
y Matorras, quien batiendo a los aires nuestro pendón bicolor exclamó con
estentórea voz: "EL PERÚ ES
DESDE ESTE MOMENTO LIBRE E INDEPENDIENTE POR LA VOLUNTAD GENERAL DE LOS
PUEBLOS, Y POR LA JUSTICIA DE SU CAUSA QUE DIOS DEFIENDE";
"¡VIVA LA PATRIA, VIVA LA LIBERTAD, VIVA LA
INDEPENDENCIA"!, frases que el pueblo peruano, emocionado,
coreaba al unísono; abrazos, cánticos, risas, alegría y también llanto, reflejaban
el lado sentimental del evento; el repiquetear de campanas y el estruendo de
los cañones, completaban aquel grito libertario que no sólo remeció los Andes
de América, sino que también anunciaba al mundo el final de una era
caracterizada por el abuso del poder y la violación de los derechos más
elementales de la persona humana. La historia nos transporta imaginariamente
hacia aquellos momentos vividos y nos entrega una lección de amor a la patria
que siempre debemos cultivar.
Hoy, al rendir
homenaje a nuestra Patria en su 194° Aniversario Nacional, tributando el
merecido y sentido homenaje a nuestros precursores y mártires de aquella
epopeya, nos corresponde reafirmar nuestro compromiso de continuar la senda
trazada, con el deber empeñado en defensa de la dignidad y del honor del pueblo
del Perú; dignidad y honor esta vez encarnados en los legítimos derechos del
soldado y del policía peruanos, del pueblo hecho Ley, derechos que se traducen
en la reciprocidad a su esfuerzo y lealtad, entregándoles una remuneración
justa, equitativa y digna, que haga posible sus legítimas aspiraciones para una
mejor calidad de vida que bien se lo merecen, pues son ellos, soldados y
policías, quienes no dudan en entregar sus vidas si fuera preciso, cuando se
trata de mantener incólume la independencia, soberanía y prestigio de nuestra
Patria.
JUAN GERARDO ALVA SÁNCHEZ
CXCIV
ANIVERSARIO DEL PERÚ
“No busco el campo de batalla sino cuando es preciso
pasar por él para llegar al templo de la paz”
La
nación peruana había nacido a la libertad, como una nueva República, la
dignidad y el honor del hombre y mujer andinos habían sido recuperados, la
ofensa grave, la ignominia había cesado después de casi trescientos años de dominación,
dejando atrás un recuerdo infausto, una amarga experiencia que no debemos
olvidar para que no vuelva a repetirse, nunca, jamás, este es el compromiso que
asumimos todos los peruanos y que renovamos cada año en la fiesta jubilar de la
Patria.
Días
antes, el 15 de julio de 1821, el Acta de la Independencia del Perú, había sido
firmada por el Generalísimo don José de San Martín, como preámbulo de este acontecimiento
histórico que seis días más tarde, el 28 de julio, se haría realidad; el mérito
de su redacción corresponde al ilustre abogado, magistrado y político peruano,
nacido en Arica, Manuel Pérez de Tudela y Vílchez, Prócer de la Independencia.
Casi un año atrás, el 20 setiembre de 1820, San Martín ya se lo había anunciado
al Virrey Joaquín de la Pezuela, en la Conferencia de Miraflores, cuando éste
le pide negociar la paz: “No busco el campo de batalla sino cuando es
preciso pasar por él para llegar al templo de la paz”, fue la respuesta
del libertador, la cual no sólo ponía de relieve su carácter de indómito
guerrero sino también sus virtudes de nobleza, de hombre de paz y hombre de
bien.
Desde aquella fecha, en sus 194
años, de vida nacional, plena de expectativas y de esperanzas, nuestra patria
el Perú, y sus hijos, los ciudadanos peruanos de distintas generaciones hemos
vivido y seguimos viviendo la hazaña de la Independencia tratando de afirmar y consolidar
nuestra identidad e integración nacional, cada quien aportando sus singulares
opiniones, conceptos, ideologías y particulares puntos de vista en aras de que nuestra nación siga siendo grande,
progresista y en permanente desarrollo, que permita el ansiado sueño de una
mejor calidad de vida para todos los peruanos.
La historia de nuestra Independencia, fue parte de un proceso
libertario continental; los principales patriotas peruanos y americanos, motivados
en el ejemplo independentista de los EE.UU y en los ideales de la Revolución Francesa,
hicieron suya las frases de Libertad, Igualdad,
Fraternidad, bajo la cual cada hombre era
igual a otro y acogieron la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. La historia nos recuerda también, que los
escritos de Voltaire y Rousseau,
llegaron a través de ciudadanos europeos que vivían en las colonias españolas y
con los criollos que retornaban de Europa y se asentaron en América para luchar
por su independencia: Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Antonio
José de Sucre, Bernardo O´Higgins Riquelme, José de San Martín, Manuel
Belgrano, Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, Pablo de Olavide, Francisco de Zela,
José Gabriel Condorcanqui, Mateo Pumacahua, Alvear, Monteagudo y otros tantos precursores
y patriotas que se unieron a la causa de la emancipación.
Por ello, siguiendo el ejemplo de aquellos
preclaros hombres, las generaciones actuales y las venideras debemos estar preparados
física, intelectual y espiritualmente para poder contribuir a la defensa y al
engrandecimiento de nuestra patria, contra todo aquello que sea abuso del poder
y obstáculos en su desarrollo y seguridad, haciendo nuestras aquellas frases: “Perú: Con el arma en la mano te
defenderé hasta dar mi vida por ti, ya que morir por ti, seria la muerte más
hermosa que un patriota como yo podría tener”, frases, de autor desconocido, que reflejan el auténtico sentimiento de
Patria. Y esto es así, pues “nadie ama a
su Patria porque sea grande sino porque es suya”.
Nuestro primer mandatario tal vez
debiera reflexionar sobre la importancia y el valor de hombres
y mujeres que
conforman nuestras Fuerzas Armadas y Policía Nacional, en actividad o en
retiro, y así, tal como lo expresara el presidente Obama, respecto a los
soldados de su patria, entienda y comprenda el por qué se explica y justifica la demanda
de una mejor calidad de vida para ellos; frases que tomamos y la adaptamos a
nuestra realidad por considerarlas pertinentes en esta fecha:
ES GRACIAS A LOS SOLDADOS Y A LOS POLICIAS, QUE PODEMOS TENER LA RELIGIÓN
QUE dESEaMOS.
ES GRACIAS A LOS SOLDADOS Y A LA pOLICIA, QUE TENEMOS LIBERTAD DE PRENSA.
ES GRACIAS A LOS SOLDADOS Y A LA POLICIA, QUE PODEMOS HABLAR EN PúBLICO.
ES GRACIAS A LOS SOLDADOS Y A LA POLICIA, QUE EXISTE LIBERTAD DE
ENSEÑANZA.
ES GRACIAS A LOS SOLDADOS Y A LA POLICIA, que existe EL DERECHO A UN
JUICIO JUSTO.
ES GRACIAS A LOS SOLDADOS Y A LA POLICIA, QUE PODEMOS VOTAR Y ELEGIR
LIBREMENTE A NUESTROS GOBERNANTES.
ES GRACIAS A LOS SOLDADOS Y A LA POLICIA, QUE PODEMOS VIVIR EN PAZ SIN LA
AMENAZA TERRORISTA.
Si
todos coincidimos en ello, ¿Porqué maltratar entonces a quienes la nación les
debe mucho y el Estado les otorga tan poco?. El señor Presidente de la
República, antes de que termine su mandato, tiene la oportunidad de reivindicar
su palabra y compromiso de honor empeñado ante sus compañeros de las Fuerzas
Armadas y de la Policía Nacional, la Patria así se lo demanda y de seguro se lo
agradecerá.
El
esfuerzo, dedicación y lucha emprendida por las entidades y asociaciones afines
que agrupan a la familia militar policial: ANAPPOMIL-“Grupo Coraje”, FENAPOL,
ALIANZA POR LA REIVINDICACIÓN DE LOS DERECHOS DE LA FUERZA ARMADA Y POLICIA
NACIONAL, ADOGEN PNP, entre otras no menos importantes y, de los miembros que
las integran, merece nuestro reconocimiento, respeto, consideración y apoyo en
todo sentido, desde cualquier lugar,
situación o trinchera en que nos encontremos, pues la causa que defienden lleva
implícita la razón de ser de nuestro Perú, de su existencia basada en el
desarrollo y en su seguridad integral.
En
tal sentido y con ocasión de nuestro CXCIV aniversario patrio, en mi condición
de Vicepresidente de la Asociación de Oficiales de las Fuerzas Armadas y
Policía Nacional del Perú (ADOFAIP), bastión de los hombres que sirvieron y
sirven a la Patria en la sagrada misión encomendada, con permiso de su
Presidente y venia del Consejo Directivo, hago llegar mi más cálido, afectuoso y
fraternal saludo a todos los peruanos en general y a nuestros asociados en
particular, hombres y mujeres quienes representan el orgullo y prestigio de
nuestro pueblo, deseándoles un Feliz Aniversario Patrio.
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