martes, 11 de agosto de 2015

"FELICIDADES DETECTIVES PERUANOS"

EN EL DÍA DE LA INVESTIGACIÓN CRIMINAL

HONOR Y GLORIA AL CAP. PIP ALCIDES VIGO HURTADO
Para quienes hemos combatido el delito y enfrentado a los delincuentes, en especial para los detectives de la 38º Promoción de Oficiales 1964-1967 que llevan con orgullo su nombre, la actuación policial que enmarcó los acontecimientos del 11 de Agosto de 1966, en la tercera cuadra del Jr. Ramón Cárcamo del Cercado de Lima, fue típica y merecedora de los más encomiables elogios. En esa oportunidad el Oficial Segundo PIP Alcides Vigo Hurtado puso de manifiesto la tenacidad y la decisión que caracteriza al detective peruano, pues a pesar del intenso dolor físico que le causaban las heridas de bala sufridas en el artero ataque del avezado delincuente  Francisco Manrique Masías (a) “Chupete”; con sus últimas fuerzas, disminuido y agonizante, persistió con ánimo de cazador en asegurar la captura del convicto agresor.

Su compañero el Auxiliar de Segunda PIP Jorge Rodríguez Gutiérrez que lo acompañaba en la fatídica acción de armas, fue igualmente herido de gravedad por el compinche José Mejía Reyes (a) “Torito”; sin embargo, sobreponiéndose al infortunio pudo asistir a su superior, pero ya el destino le tenía reservado al valeroso oficial un lugar preponderante en el altar de la patria. Murió mientras era conducido al Hospital de Policía. La familia PIP se vistió de riguroso luto, y leal a la consigna que en esos tiempos era ley en los corazones de los detectives peruanos, sentenció la captura del asesino y su cómplice como una cuestión de honor. Fue así como fiel a nuestra tradición,  el cuerpo policial PIP no cejó en su empeño hasta dar con el paradero de los facinerosos. Con diligencia y profesionalismo ubicó y procedió a la captura de “Torito” y según los cánones de la especialidad, el cobarde agresor fue intensamente interrogado hasta lograr que delatara a “Chupete” como el autor del execrable crimen. El delincuente al enterarse que su identidad había sido puesta al descubierto huyó rumbo al sur con su conviviente Doris Velarde; pero el largo brazo de la ley lo ubicó en el hotel  Francisco de Zela de la ciudad de Tacna. Allí, Francisco Manrique Masías (a) “Chupete” se enfrentó a los integrantes de la Brigada Criminal que lo habían seguido desde Lima y en un feroz enfrentamiento cayó abatido, pagando con su vida la afrenta a la sacrosanta institución. Ese día, el mártir pudo descansar en paz. Se había hecho justicia.
La lealtad y el agradecimiento de la institución hacia sus hijos predilectos, aquellos que no escatiman la entrega de su propia vida para honrar su sagrado juramento de servicio y cumplimiento del deber, consagró al valeroso oficial como mártir de la Policía de Investigaciones del Perú y en su oportunidad lo ascendió póstumamente al grado inmediato superior. El 11 de Agosto de todos los años y hasta el fin de los tiempos, su nombre y su martirio se recordarán como un ejemplo a seguir por las nuevas generaciones de investigadores policiales. Honor y gloria al mártir, Capitán PIP Alcides Vigo Hurtado.
PROMOCIÓN DE OFICIALES "CAPITÁN PIP ALCIDES VIGO HURTADO"

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