jueves, 27 de julio de 2017

FELICES FIESTAS PATRIAS LES DESEA LA AOPIP

Estimados asociados,

En estas fiestas patrias queremos hacerles llegar un sincero saludo por la conmemoración de la independencia de nuestro país, y al mismo tiempo renovarles nuestro compromiso de seguir trabajando por ustedes, para ustedes y con ustedes.

Desde el principio asumimos el reto, reafirmando nuestra línea filosófica, que la enunciamos así:

 
“Nos encontramos en un camino de muchos retos, y para lograr los propósitos que nos hemos trazado desde un principio, y en consideración a sus expectativas, deseos y necesidades, quisiera darles a conocer el pensamiento y filosofía de vida que este equipo de trabajo posee"

En la vida de las personas, no existen más pensamientos nobles convertidos en acción, que nuestro
 
gran fundamento: el aprendizaje, el servicio y la enseñanza. 

Aprender: Este es el principio de todo, aprender. El horizonte es incierto si no lo conocemos, por eso buscamos el conocimiento ya que en el conocimiento se encuentra la luz, esa luz que nos permitirá ver el camino para caminar en perfección. El hombre que tiene el conocimiento aprende a salvar los obstáculos y alcanzar los objetivos, adquiere orden y destierra el desorden. El desorden es lo que vulnera a las personas e instituciones, y en medio del desorden campea la impunidad de la justicia, pero no la impunidad de la conciencia. Este equipo busca aprender caminar en orden, que permita tomar decisiones adecuadas y justas, en las políticas de personal, en las finanzas, en el trato al asociado, en el trazo hacia el horizonte, para servir y enseñar.  

Servir: El don del servicio permite a la persona tener la capacidad de servir. El camino del servicio no es fácil, el verdadero servicio requiere madurez y honestidad, y para alcanzarla se necesita sabiduría y prudencia. El valor del servicio está determinado como uno de los más elevados valores del ser humano. Ahora bien, no es fácil servir ya que tampoco es fácil entender que el servicio es un conjunto de valores y principios, de la más grande jerarquía del ser humano. Quien sirve a los demás, sin interés alguno, sin pedir nada a cambio, con uno de los valores más preciados y reclamados como la honestidad, es digno de todo respeto y consideración, ese es el hombre maduro, es un hombre ejemplar, es quien ayuda y sirve con sinceridad. Estamos empeñados en alcanzar la capacidad del servicio para hacer de su estancia en la AOPIP un olor agradable a excelencia.

Enseñar: Quien enseña es grande. La enseñanza es otro valor del gran fundamento, también considerado como uno de los más elevados valores del ser humano. La filosofía del servicio no sería completa si es que no se encuentra complementada por otro don: la enseñanza. Solo aquellos que han aprendido y adquirido la capacidad de servir, adquieren también la capacidad de enseñar, ya que para enseñar primero hay que aprender a servir, puesto que la enseñanza es un servicio; solo se debe enseñar a los demás aquello que los engrandece, y al servir se está engrandeciendo a los demás, pero el que sirve también se engrandece. Quien enseña es grande, es el que hace cosas grandes, mas no lo es aquel que hace cosas pequeñas. Al igual que con el servicio, estamos empeñados en alcanzar la capacidad de la enseñanza para hacer de su estancia en la AOPIP una experiencia invalorable.

Sobre este 
fundamento permítanme hacerles un real comentario: en mi experiencia en cargos similares al actual, así como en diversos escenarios como conferencista, y también como docente universitario, he formulado la siguiente pregunta: “¿Cuál es la razón de ser de la vida de las personas?” obteniendo diversas respuestas, sin embargo debo señalar que la verdadera razón del porque los seres humanos viven en este mundo es para APRENDER, SERVIR Y ENSEÑAR, estos valores generarán en el ser humano ORDEN, y todo esto se logra a través del PERFECCIONAMIENTO.

Cuando usted perciba sensaciones de 
orden en la AOPIP entonces se percatará del buen servicio; y cuando usted distinga que existe perfeccionamiento en los procesos, notará que estamos enseñando con el ejemplo.

Estimados asociados, esa es la verdadera 
filosofía de la existencia del ser humano, que esta gerencia y su equipo de trabajo se encuentran empeñados en adquirir y practicar; aprender, servir y enseñar es el fundamento para hacer de su estancia en la AOPIP agradable y satisfactoria.   

Esta es la filosofía de esta gerencia, aprender, servir y enseñar, en este propósito estamos empeñados desde que asumimos la dirección estratégica de la AOPIP, trabajamos en equipo para usted, usted es muy importante para nosotros. 
¡Lo valoramos!
 
“Caminamos para aprender, trabajamos para servir, aspiramos enseñar,
buscamos tu satisfacción”

 

FELICES FIESTAS PATRIAS

Atte,
William Burgos - Gerente AOPIP

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